Andalucía tiene una tradición milenaria en el cultivo de la vid y en la elaboración de vinos que han gozado de gran prestigio y fama en todo el mundo.
Los vinos andaluces pertenecen a una estirpe de vinos antiguos como los oportos, los madeiras o los marsalas, nacidos en los siglos XVI y XVII con el auge del comercio marítimo.
Tradicionalmente, los vinos más característicos han sido los generosos y los dulces, elaborados mediante procesos de criaderas y soleras.
Pero a día de hoy hay mucho más, veamos algunos vinos que se producen en la Alpujarra de Granada, en la Serranía de Málaga, en Jerez o en Montilla-Moriles.
Vino blanco biodinámico fermentado en barrica con la variedad palomino fino.
En nariz es muy sutil y refinado, con notas florales y toques a pólvora. En boca es equilibrado y sereno. Acidez muy delicada y bien integrada. Taninos suaves y pulido. Muy agradable. Toques salinos que se mantienen en el final.
Lumière procede de un viñedo de cepas viejas con una media de edad de 60 años. Se trata de 1,2 hectáreas de viñas plantadas en suelos albarizos y cultivadas de forma biodinámica en donde planta, animal y humano conviven en un todo sin perjudicar el equilibrio natural del ecosistema. No se usan productos químicos y la vendimia es manual en el momento óptimo.
Una vez las uvas de Lumière entran en bodega, los racimos son presionados y el mosto se deja asentar por gravedad. Después comienza la fermentación espontánea con levaduras autóctonas y sin control de temperatura en barricas de 4 años a lo largo de 9 meses. El vino se embotella sin filtrar y sin clarificar y sin añadir sulfuroso.
Saliendo de las pautas establecidas, Muchada-Léclapart rompe esquemas en el Marco de Jerez con este vino blanco 100% palomino fino, 100% innovador.
Un vino tinto obra del artista Manuel Valenzuela.
Un vino natural elaborado con una mezcla de uvas, Cabernet Franc, Cabernet Sauvignon, Merlot y Garnacha.
Hecho en los viñedos más altos de Europa a 1368 metros de altitud, entre Sierra Nevada y el mediterráneo, con climas extremos que aportan muy buena acidez al vino.
Mínima intervención, fermentación espontánea con levaduras autóctonas, vino sin filtrar y sin sulfitos.
Con 18 meses de crianza en barricas de roble francés.
Fino, elegante, vivo, redondo, largo en boca, un vino muy complejo.
Sin duda el mejor vino generoso de Málaga y parte de España con una relación calidad-precio brutal.
Un vino seco elaborado con uvas Pedro Ximénez procedentes de viñedos centenarios.
Fermentación total e incremento posterior de alcohol por concentración gracias al largo período de envejecimiento.
Durante más de 30 años envejece en viejos barriles de roble americano, mediante el sistema de criaderas y soleras.
De color oro viejo y brillante con ribetes dorados.
En nariz es muy intenso con notas de crianza oxidativa. Aromas de torrefacto, donde las notas de café disputan en intensidad con los recuerdos de toffe y cueros.
En boca, impresiona su fuerza y frescor.
Es un vino de gran equilibrio y persistencia, ejemplo de lo que debe ser un gran vino generoso.
Y para finalizar nos vamos a una de las bodegas de oro de España, la Bodega de Toro Albalá.
Podríamos a ver hablado de cualquiera de sus grandes vinos, pero queríamos mostraros que también producen los mejores vinagres.
Por ejemplo este reserva de 5 años.
Elaborado con la suavidad y la delicadeza de sus vinos finos.
Intensos y elegantes aromas, con toques tostados, manzana madura y frutos secos.
Sabor fino, seco y ligero. Equilibrado y persistente, algo de amargor con matices aromáticos de la madera que recuerda su envejecimiento.
Da un toque de finura, sabor y aromas inigualables en los platos. Extraordinario en ensaladas, marinados, verduras cocidas, arroces, lentejas, escabeches, cocidos y en la preparación de salsas.